jueves, 3 de noviembre de 2011

ENVEJECER


La tercera edad, como todas las edades del hombre, debe de vivirse con los pies en la tierra, el corazón en la mano y los ojos en el cielo.
No se es viejo por haber vivido un cierto número de años, se es viejo por abandonar un ideal, los años arrugan la piel,  pero renunciar al ideal, arruga el alma.
Las preocupaciones, las dudas, el temor y la desesperanza son los enemigos que lentamente nos hacen curvar hacia la tierra y nos convierten en polvo antes de la muerte.
Joven es aquel que se sorprende, se maravilla y pregunta como el niño insaciable: ¿y después?
Muchas personas no cumplen los ochenta años porque intentan durante demasiado tiempo quedarse en los cuarenta están afectadas por el síndrome de Dorian Gray (obstinación enfermiza por la juventud).
Usted permanecerá joven mientras sea receptivo a cuanto es bello, bueno y grande; receptivo a los mensajes de la naturaleza, del hombre y del infinito.

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