Sofía Sánchez, la adolescente que padece una fibrosis quística y en diciembre recibió lóbulos pulmonares trasplantados de donantes vivos en Brasil, confirmó, ya instalada en su casa en Córdoba, que se siente bien, y que será controlada cada tres meses en el vecino país.
"Estoy contenta por mi recuperación. Tendré que volver a Brasil dentro de 30 días para un control y, después, cada tres meses", dijo hoy Sofía, de 15 años, que anoche regresó a Córdoba, procedente de Porto Alegre.
La adolescente precisó que, por el momento, no podrá regresar al colegio donde cursa el secundario. "Este año me tengo que cuidar más y evitar un poco tanto contacto con la gente", explicó.
"Durante estos dos años estuve encerrada, así que ahora sólo quiero disfrutar", relató la joven, quien añadió: "después habrá tiempo para estudiar, más adelante".
El 7 de diciembre pasado, Sofía fue operada siete horas en el hospital "Santa Casa de Misericordia", de Porto Alegre, con la participación de 17 especialistas, dirigidos por el médico José Luis Peixoto Camargo.
Los órganos fueron donados por Diego y Roberto, hermano y padre de Sofía, respectivamente. El primero se "recuperó rapidísimo", mientras que el segundo "tuvo algunas complicaciones, perdió mucho peso, pero ahora está bien", según explicó Cristina, la madre de la chica.
La intervención quirúrgica de la joven fue posible cuando la Justicia cordobesa ordenó al Estado nacional, a la Provincia y a la Administración Provincial del Seguro de Salud (Apross, la obra social de los empleados públicos cordobeses) que costearan el tratamiento.
La operación se hizo en Brasil porque en ese país se permiten los trasplantes de pulmón con donantes vivos, algo que no estaba autorizado aún en la Argentina.
Después del caso de Sofía, por medio del Decreto Nº 239/12, publicado en el Boletín Oficial el 22 de febrero pasado, el Poder Ejecutivo Nacional incluyó el pulmón entre los órganos factibles de ser obtenidos de donantes vivos para trasplante. Télam
"Estoy contenta por mi recuperación. Tendré que volver a Brasil dentro de 30 días para un control y, después, cada tres meses", dijo hoy Sofía, de 15 años, que anoche regresó a Córdoba, procedente de Porto Alegre.
La adolescente precisó que, por el momento, no podrá regresar al colegio donde cursa el secundario. "Este año me tengo que cuidar más y evitar un poco tanto contacto con la gente", explicó.
"Durante estos dos años estuve encerrada, así que ahora sólo quiero disfrutar", relató la joven, quien añadió: "después habrá tiempo para estudiar, más adelante".
El 7 de diciembre pasado, Sofía fue operada siete horas en el hospital "Santa Casa de Misericordia", de Porto Alegre, con la participación de 17 especialistas, dirigidos por el médico José Luis Peixoto Camargo.
Los órganos fueron donados por Diego y Roberto, hermano y padre de Sofía, respectivamente. El primero se "recuperó rapidísimo", mientras que el segundo "tuvo algunas complicaciones, perdió mucho peso, pero ahora está bien", según explicó Cristina, la madre de la chica.
La intervención quirúrgica de la joven fue posible cuando la Justicia cordobesa ordenó al Estado nacional, a la Provincia y a la Administración Provincial del Seguro de Salud (Apross, la obra social de los empleados públicos cordobeses) que costearan el tratamiento.
La operación se hizo en Brasil porque en ese país se permiten los trasplantes de pulmón con donantes vivos, algo que no estaba autorizado aún en la Argentina.
Después del caso de Sofía, por medio del Decreto Nº 239/12, publicado en el Boletín Oficial el 22 de febrero pasado, el Poder Ejecutivo Nacional incluyó el pulmón entre los órganos factibles de ser obtenidos de donantes vivos para trasplante. Télam
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